EL BOLA.
Nos encontramos en un barrio obrero de Madrid, en el seno de la familia de El Bola, dicha familia está formada por la madre (que padece depresión por la muerte de un hijo), por una abuela dependiente (a la cual tienen que asistir porque no puede valerse por sí misma), por el padre (que está frustrado con su vida y maltrata física y psicológicamente a su hijo)y por el bola (es un chaval de unos 12 años de edad, que no se siente comprendido ni querido en su casa, tiene miedo del padre y siente que el tiene la culpa de la muerte del hermano). Podemos decir que en la película no se refleja que dicha familia tenga una red social amplia, es decir, no se ve que la familia salga con otros amigos, ni que tenga relaciones con los vecinos, etc.
Al barrio llega un niño nuevo, Alfredo e inmediatamente el bola se hace amigo suyo. La familia de Alfredo está formada por la madre, un hermano pequeño y su padre (Que es tatuador). Acogen a el bola como un hijo más, tratándole muy bien e incorporándole a su familia. Esta familia tiene una red social, tiene unos amigos con los que realizan viajes, planean cosas, se apoyan ante problemas que surgen, etc.
En el colegio todo el mundo sabe que el bola recibe palizas por parte de su padre, pero nadie lo denuncia y el niño nunca lo ha admitido en público.
Una de las veces que el bola ha recibido una paliza no puede asistir al colegio durante una semana. Ante la preocupación de Alfredo, el padre de este acude a la casa de el bola para ver que le ha sucedido; pero cuando llega el padre de este se muestra reacio, miente y no admite haber echo nada malo.
Ante otra de las palizas que sufre, el niño escapa de su casa porque teme con su vida y acude a casa de Alfredo. Los padres avisan a la policía y llaman a la trabajadora social.
En este filme podemos ver como se da el maltrato infantil y como esto puede afectar psicológicamente a su desarrollo posterior. A través de una situación de este tipo, podemos caer en la desadaptación social; por ejemplo se ve como el niño apenas tiene amigos en el colegio, los demás niños tienen miedo de ir a su casa, etc.
Se refleja el miedo que tiene la madre para no denunciarlo y aguantar que casi maten a su hijo. Se refleja como una familia que podemos prejuzgar (por la profesión del padre) es un tipo de familia ideal, donde existe la comunicación y se basan en el amor y respeto.
Pablo (el bola) esta en las puertas de la adolescencia, y este periodo es conocido en la sociedad occidental como una fase de transición en el desarrollo de la personalidad, en donde se abandona el mundo infantil buscando un espacio psicológico y social en el mundo adulto (Alarcón, 1997). La psicología evolutiva ha descrito como eje motivador de esta etapa la búsqueda y delimitación de la identidad (Erikson, 1969). No obstante, se discute aún, si esta fase del desarrollo sigue una evolución continua y predecible desde los años intermedios o irrumpen transformaciones de tal intensidad que dan origen a una fase de crisis, inestabilidad y fragilidad emocional (Crockett & Crouter, 1995; Rice, 2000).
Diversas investigaciones han dejado en evidencia una mayor vulnerabilidad durante el proceso adolescente para iniciar conductas de riesgo en salud mental y adaptación social tales como: consumo de drogas ilícitas, deserción escolar, violencia y conductas antisociales (Ávila, Jiménez-Gómez & González, 1996; Florenzano, 1998; Organización Mundial de la salud [OMS],1995). Estas manifestaciones se presentan como un fenómeno emergente, amenazando la convivencia social y reduciendo en estos adolescentes las posibilidades de ajuste psicológico y social futuro.
Una de las aproximaciones clásicas a la desadaptación social, ha sido la de Rutter y Giller (1985) quienes describen a los adolescentes infractores a través de dos amplias agrupaciones. Por una parte el grupo socializado que pertenece a una subcultura delictual o pandilla; ellos de algún modo aprenden valores propios de esa cultura y cometen delitos vinculados a sus grupos de referencia sin graves trastornos psicopatológicos (Pablo de momento podemos encuadrarlo en este grupo, ya que tiene una pandilla de amigos con los que comete “travesuras” como el juego en las vías del tren). En cambio el segundo grupo, no socializado, lo constituyen adolescentes que no pertenecen a ningún grupo social, presentan problemas en las relaciones interpersonales y tienen una mayor posibilidad de padecer trastornos psicopatológicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario