domingo, 7 de marzo de 2010

Planificación en la Intervención.

PLANIFICACIÓN EN LA INTERVENCIÓN.

Los programas de intervención son una forma de planificación estratégica en la cual se decide que vamos a hacer y establecemos la forma de llevar a cabo nuestro trabajo, danto un estilo a la forma de trabajar. Los programas hacen referencia a un conjunto de proyectos, (forma de planificación que establece dentro de los objetivos generales y de las estrategias marcadas en el programa, las acciones a desarrollar en un tiempo delimitado, cómo se quiere hacer, quienes lo van a hacer y cuándo se hará) relacionados entre sí como parte de las acciones para alcanzar las metas y objetivos del plan, (es un conjunto organizado de fines, objetivos, metas, instrumentos, medios y recursos para lograr el desarrollo de un área determinada o de un sector) dentro de un período de tiempo determinado.

Para realizar cualquier tipo de planificación es muy importante marcarnos unos objetivos, y para ello debemos realizar un buen análisis de la realidad (detectar las necesidades, analizar la zona donde vamos a actuar con el fin de realizar las acciones en función de las necesidades donde vayamos a actuar). Como técnica para poder realizar un buen análisis de la realidad, nos encontramos con la observación, la cual se define como la capacidad de examinar atentamente proporcionando un hecho fundamental; los hechos. La observación podemos decir que se traduce en evidencia empírica.

Es muy importante que diferenciemos entre necesidades e intereses; ya que los segundos expresan un deseo de algo que no es necesario, pero que gratifican a la persona; mientras que las necesidades son las carencias o ausencias de algo. Es muy importante saber cuales son las necesidades más urgentes, para ello debemos tener una capacidad de discriminación, de indagación por saber que necesidad es más importante. Debemos tener en cuenta que hay necesidades que no se pueden cubrir, debemos ser realistas.

En toda planificación se marcan unos objetivos, los cuales debemos definir de manera clara, medible y observable, especificando los generales de los específicos.

Para llevar a cabo la planificación debemos adoptar una metodología, que es un procedimiento racional y científico que confiere un orden a las actuaciones que se van a desarrollar de cara a conseguir un fin y llevar a cabo una acción determinada; juega un papel esencial en el desarrollo de cualquier proyecto.

En cuanto a las actividades, destacar que aquí estamos tratando los procedimientos a través de los cuales se implementarán las acciones por las cuales alcanzaremos los objetivos que nos hemos propuesto. Son aquellas acciones con las cuales daremos respuestas a los objetivos planteados. Debemos describir todo el proceso puesto en acción y las organizaremos según las necesidades del proyecto: por sesiones, reuniones, tareas, talleres…etc.

Es muy importante saber con el tiempo que contamos, es decir tener conciencia de los tiempos destinados a cada actividad (temporalización).

En cuanto a los recursos, decir que son los medios necesarios para realizar cada una de las sesiones que hemos diseñado, encontrándonos con recursos humanos, materiales y financieros.

Toda planificación lleva consigo un presupuesto, es decir los gastos que conviene que tengamos previstos. El financiamiento del proyecto hace referencia a cómo serán provistos los gastos del proyecto y qué institución o instituciones van financiando. También sirve para la acción institucional.

Por último nos encontramos con la evaluación, una de las fases más importantes en la planificación. Es una forma de medir los resultados de un programa en relación a los objetivos iniciales propuestos. Es un proceso crítico referido a acciones pasadas con la finalidad de constatar los progresos alcanzados en el plan propuesto y hacer en consecuencia las modificaciones necesarias respecto a las acciones futuras. Evaluamos para conocer el trabajo realizado. Una buena evaluación es concreta y objetiva; debe basarse en hechos y datos concretos.

Algunos de los criterios de evaluación que se pueden proponer son los siguientes: logros (medición de los efectos producidos por el programa), eficiencia (productividad del programa), calidad (evaluación de los resultados cuantitativos), persistencia (modificaciones permanente que ha conseguido) e impacto (ponderación de la importancia relativa de los resultados en comparación con la magnitud total del problema con el cual se relaciona).

También es necesario saber la opinión de los beneficiarios del programa, es decir que los objetivos se hayan aceptado por la comunidad.

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